Bendiciones En Cristo


MI TAREA COMO PASTOR ES: DIRIGIR CON EL EJEMPLO, AMAR SIN MIEDO AL SACRIFICIO Y SERVIR DESINTERESADAMENTE...
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sábado, 3 de abril de 2010

LA HISTORIA DETRÁS DE LA HISTORIA


Resulta interesante que para la Reforma protestante Felipe Melangton fuese el caballo de batalla de los teólogos luteranos, sin embargo Felipe al ser abordado en temas doctrinales por el anabautista Nicolas Storch, el primero quedó sorprendido de las enseñanzas del segundo, si para los grandes de la época estos hombres eran tan piadosos y diferentes, qué entonces es lo que debiéramos aprender de ellos que ha sido tan valioso en el tiempo.

Miles pagaron con su vida la doctrina que profesaban, otros maestros fueron cruelmente humillados y los menos fueron despreciados por la sociedad. Creo que se hace necesario saldar con la historia escrita el sacrificio de estos hermanos que con mucho esfuerzo han puesto en nuestras manos una parte de los acontecimientos evangélicos.

Como veremos en este pequeño tratado, hay quienes reconocen la labor de estos héroes anónimos que han dignificado los distintivos bíblicos en la historia. Quisiera agregar a esto una cita del historiador H. H. Muirhead citando a los presbiterianos: “Todos los que estudian la historia eclesiástica, llegan necesariamente al conocimiento de la vida y trabajos de los anabaptistas, pues en el siglo XVI se hallaban esparcidos por toda Europa especialmente en Suiza, en el norte de Alemania y de Holanda. Derrotados y prácticamente exterminados en otros lugares, se arraigaron firmemente en el suelo de Polonia, en el norte de Alemania y, sobre todo, en los Países Bajos. De esos lugares, cuando perseguidos, al no serle posible seguir soportando más las persecuciones atravesaron el Canal de la Mancha y se establecieron en Inglaterra, donde su historia se confunde con la de los disidentes ingleses, especialmente con la recién nacida historia de los Bautistas británicos y, por eso mismo, con la gran denominación mundial: Los Bautistas”[1]

ORIGEN DEL ANABAUTISMO.

Ya sobre este punto la diversidad invita a la especulación, mientras que para la iglesia católica apostólica romana el anabaptismo surgió a partir de la reforma en el siglo XVI, para otros creyentes, ya venían dando señales de vida desde mucho antes.

Lo cierto es que no podemos encasillar a una sola organización bajo este título puesto que el anabautismo obedece más bien a una reacción disidente frente a ciertos abusos, que a una posición definida respecto de la doctrina. Como bien propone Robert Baker “el nombre “anabautista” llegó a aplicarse a cualquier iconoclasta religioso o fanático.”[2]

Dado entonces esta situación es que primero veremos el origen del nombre anabautista y luego el origen del movimiento que en la edad media se conoció con este mismo nombre.

ORIGEN DEL NOMBRE.

Para quienes ya han estudiado el tema resulta más fácil no complicarse con este asunto puesto que el origen de un nombre no determina el movimiento en si mismo, sino mas bien una actitud o reacción frente a ciertas circunstancias, tal es el caso de los Donatistas que ya en siglo V fueron llamados anabautistas por el hecho de que no apoyaban al bautismo practicado por la iglesia católica y decidieron impartir el bautismo para adultos y no aceptaron infantes, estos fueron llamados así como un epíteto y acusados de cismáticos, revolucionarios y desordenados, levantándose sobre ellos una acusación en el “Codex Theodosianus” publicado en 438 D.C. para dar muerte a todo aquel que rebautizara a otro. Respecto a este código penal: es una compilación legal realizada por Teodosio II quien fue dando forma a una ley que rigiera el Imperio, ahora con matices cristianos. Durante su reinado se llevó a cabo el concilio de Efeso (431) y el citado código en 438 A.D.

Entonces no es difícil dilucidar que el origen de esta manera de llamar a algunos creyentes era bastante antiguo relegándolo al siglo IV o V y por ende a los albores mismos de la cristiandad. Aun así no podemos decir que este movimiento nace a partir de los primeros albores de la fe cristiana, pero tampoco desmentir que este apelativo obedece a una actitud disidente y distintiva de una reacción doctrinal respecto de la religión oficial, a saber la fe católica. Desde este momento cada grupo que confrontó a la iglesia católica en sus herradas prácticas doctrinales y que invalidara el sello religioso de la secta romana, era tratado de anabautista.

EL MOVIMIENTO RADICAL.

Con este nombre se puede reconocer a partir del siglo XVI al movimiento anabautista. En el periodo de la reforma, hubo gran inflexibilidad de parte de las diferentes posiciones religiosas ( catolicismo, luteranismo y calvinismo), lo que restaba influencia a sus lideres protestantes para una reforma puramente Escritural. Con esto no se quita importancia a la labor realizada por la Reforma Protestante, pero el ideal que se perseguía bien puede encontrarse en los credos del anabaptismo. Esto es lo que ha llevado a algunos a llamarles radicales como es el caso del historiador Schaff citado por H. H. Muirhead en su libro de Historia del Cristianismo, “El primer y principal fin de los radicales (refiriéndose a los anabaptistas) no era, como generalmente se afirma, oponerse al bautismo infantil, y mucho menos a la aspersión, sino establecer una iglesia pura, compuesta de convertidos, en oposición a una iglesia mezclada con el mundo. El rechazamiento del bautismo infantil seguía como una consecuencia necesaria. No se dieron por satisfechos con sólo separarse del papismo o romanismo, insistían en la separación de los impíos”[3].

El Movimiento Radical, según algunos historiadores ha aportado más para la fe evangélica de lo que otros grupos han hecho. Esto se puede notar hoy en nuestras propias iglesias bautistas y en otros credos donde pueden notarse la influencia del anabautismo, pero esto no obedece al estricto radicalismo del movimiento, sino más bien al apego que estos grupos tuvieron a la Biblia como fuente inerrante de fe y práctica. Aquí cabe mencionar que no siempre estos grupos fueron asertivos en sus credos, por lo que se hace necesario analizarlos en su contexto doctrinal y partidista respecto de su posición en el periodo de la Reforma por cuanto es en este proceso histórico que los radicales saltan a la luz pública.

LOS DIFERENTES GRUPOS ANABAUTISTAS.

Quisiera hacer notar algunos interesantes puntos antes de analizar estos diferentes grupos radicales, uno de ellos es el hecho de que los católicos atribuían el anabautismo al “resultado legítimo de la revuelta protestante”, otra cosa es que aunque algunos supongan que el numero de los anabautistas era ínfimo, hay evidencia histórica para demostrar lo contrario. Otro punto interesante es que algunos estudiosos parecieran creer que este fue un movimiento improvisado por las circunstancias que rodean al siglo XVI, pero si se considera que estos grupos eran bastante numerosos, que estaban en todo el mundo antiguo y que eran un peligro para la sociedad de la época, entonces entraremos en razón de pensar que sus respectivas organizaciones tienen mucho más que hechos circunstanciales, “la repentina aparición de estos reformadores sobre tan grande área y la incorporación de tales énfasis doctrinales tan diversos no puede explicarse en términos de un factor solo o localizado”[4] Dicho esto no quisiera caer en el error de poner una fecha de inicio y mucho menos de categorizar a uno de los varios grupos en los que se conoce y desarrolla la revolución anabaptista.

Biblicistas Radicales. Baker los identifica de esta manera o como los anabaptistas propiamente dichos, Muirhead les relaciona a los Suizos, y Justo González lo expresa como sigue, “Había allí un grupo de creyentes asiduos lectores de la Biblia, y varios de ellos ilustrados, que instaban a Zuinglio a tomar medidas mas radicales de reforma. En particular, estas personas, que se daban el nombre de “hermanos”, sostenían que se debía fundar una congregación o grupo de los verdaderos creyentes, en contraste con quienes se decían cristianos por el hecho de haber nacido en un país cristiano y haber sido bautizados de niños”[5]

Este grupo era bastante mas acercado a la Biblia que otros radicales, esto porque “demandaban fe personal antes que el bautismo”, tocaron temas respecto a la separación de la Iglesia y el Estado, y otros distintivos que por razón de la brevedad de este tratado trataremos en otra sección. En 1523 Zuinglio y algunos anabaptistas (entre ellos Baltasar Hubmaier) discutieron acerca del tema del bautismo y aunque el Reformador Suizo gozaba de una buena relación con Baltasar, esto no sirvió para llevar a buen éxito el tema y Zuinglio se apegó a las tradiciones y con eso a la comunidad y el gobierno civil. Se cree que este grupo de radicales no nace a partir de la reforma sino mas bien de los petrobrusianos, bogormilos y de los Valdenses, aunque el mismo Hubmaier fue sacerdote en el pasado esto no quiere decir que no existieran grupos disidentes a la religión oficial puesto que ya hemos visto que la lucha por silenciar estos grupos cada vez se hacia más infructuosa desde el siglo del os Donatistas. En cuanto a los pensamientos de Zuinglio, es importante decir que incluso su mejor amigo y colaborador cercano, Conrado Grebel, se separo de él para unirse a los radicales Biblicistas. Más adelante en la historia, Menno Simons será quien llevara el biblicismo al resto del orbe bajo la organización “Biblicistas de la grey anabaptista dispersa”.

Los Milenarios Radicales. Al contrario de los Biblicistas, esta ala del radicalismo anabautista, se volcó en otra dirección de carácter más violento y revolucionario. Como se había desatado la rebelión de los campesinos producto del fuerte humanismo que imperaba y de los deseos de salir del yugo papal, es que algunos comenzaron a predicar el reino de Dios aquí y ahora y por lo tanto habría que preparar el camino al Señor para que se siente en su reino que según Melchor Hoffman seria en Estraburgo “La Nueva Jerusalén”. Aquí solo puedo detallar que grandes intelectuales se unieron a esta causa rebelde con los más disparatados argumentos pero además con cierta lógica que asombró a muchos, entre ellos Tomás Muntzer (Luterano originalmente), Juan Matiz, Juan de Leiden y Nicolas Storch, este ultimo al debatir con Melangton le hizo titubear en cuanto a temas doctrinales. El fin de este movimiento rebelde se puede resumir así, “Empero poco después un grupo de habitantes de la nueva Jerusalén, quizás hastiados de los excesos que se cometían, o quizás impulsados por el hambre y el miedo, le abrieron las puertas de la ciudad al obispo, cuyas tropas arrasaron a los defensores del reducto apocalíptico. El rey de la Nueva Jerusalén fue hecho prisionero, y exhibido por toda la región, con sus dos principales lugartenientes, en sendas jaulas de hierro. Poco después fueron torturados y ejecutados.”[6]

Otros grupos Radicales. En esta parte quisiera resaltar aquellos grupos que aunque le llamaron anabautistas, mas bien fueron radicales y de origen herético, tales pueden ser los anti trinitarios, quienes llevados por sus propias ideas e indagaciones expusieron pensamientos erróneos que arrastraron a algunos a la apostasía, por espacio solamente quiero dar a entender que me refiero al movimiento Sociniano. A estos hombres se les categorizaba como los racionalistas radicales y eran poco queridos por los católicos y por los protestantes, aun por el ala mas conservadora de los anabautistas. Tales eran hombres como Franck, Hetzer, Kautz, Bunderlin, Juan Campano quien fue uno de los primeros anti trinitarios, Miguel Servet, y por último Lelio y Fausto Socino quienes desarrollaron un movimiento bastante fuerte anti trinitario.

Aun quedan muchos grupos que nombrar, lo que es un buen antecedente de que la variada corriente de pensamientos (incluyendo los anabautistas propiamente dichos) demuestra lo fuerte del movimiento.

Solo quiero agregar a este respecto las siguientes palabras, “el número de los mártires fue enorme, probablemente mayor que el de todos los que murieron durante los tres primeros siglos de la historia de la iglesia. El modo en que se les aplicaba la pena de muerte variaba de lugar a lugar, y hasta de caso en caso. Con cruel ironía, en algunos lugares se condenaba a los anabaptistas a morir ahogados, otras veces eran quemados vivos, siguiendo la costumbre establecida siglos antes. Pero no faltaron casos en los que fueron muertos en medio de torturas increíbles, como la de ser descuartizados en vida. Las historias de heroísmo en tales circunstancias llenarían volúmenes. Y tal parecía que, mientras más se les perseguía, más crecía el movimiento.”[7]

DOS GRANDES DEL ANABAUTISMO.

Baltasar Hubmaier. Nacido a fines del siglo XV, estudió en la Universidad de Friburgo donde se destacó como alumno brillante, en 1512 fue profesor de Teología en la Universidad de Ingoldstadt y en 1515 ya era vicerrector, su gran mentor y maestro fue Eck, el mismo que mas tarde fue el debatiente mas encarnizado de la causa de Lutero, enemigo de Lutero hasta la muerte, se dirige a Hubmaier como “el hombre más elocuente de Europa”... Se cree que se hizo anabautista hacia 1523, pero esta fecha es incierta, lo cierto es que abrazó la Reforma de manera más radical y más bíblica que el mismo Lutero o Zuinglio. Se bautizó en 1525 junto a alrededor de unas cien personas más. Hubmaier era un hombre muy querido y muy admirado, trabajó al lado de los más dignatarios representantes de la época como Eck y Zuinglio. Enseñó las doctrinas anabautistas primeramente como párroco en Waldshut , debido a esto los mismos reformadores se volvieron en su contra y fue apresado pero tras quedar en libertad viajo a Moravia donde había mas tolerancia hacia la predicación anabautista, talvez debido a los husitas que allí estaban. A fines de 1527 fue apresado nuevamente y llevado a Viena. El 10 de marzo de 1528 y tras negarse a retractarse, “lo exhibieron por las calles de la ciudad, atado en una carreta, mientras era torturado cruelmente por los verdugos que con tenazas candentes le iban quemando lentamente las carnes, a la vista del público, después lo llevaron hasta el cadalso donde su cabeza cayó al hachazo del verdugo, y su cuerpo fue quemado en seguida”[8]

“Así murió uno de los hombres más nobles y puros de la Reforma”.

El escritor continúa “tres días después de la muerte de este gran predicador, su fiel esposa fue ahogada en el río Danubio”

Su legado. Insistía en la Regeneración individual, rechazó la unión Iglesia-Estado, todo creyente está capacitado para comprender las Escrituras, decía “el bautismo con agua es un testimonio externo y público del bautismo interno del Espíritu Santo, no combatía en cuanto a ir o no a la guerra.

Menno Simons. (1496-1561) Su primera etapa al igual que Hubmaier fue la de un católico profesante, sacerdote holandés fue ordenado al sacerdocio en 1524, es el más reconocido de los anabautistas, y quien deja un legado directo para esta generación a través del movimiento menonita. Se hizo anabautista en 1536 , y al año siguiente se casó con Groninga, además ese mismo año se dedicó a la obra misionera viajando por Frisia, “Menno y los suyos practicaban el lavado mutuo de los pies. Menno Simons murió a los 66 años de edad influenciando no solamente a la Alemania sino además Holanda, tanto que D. Hopp Scheffer escribe “la Reforma entre los holandeses fue, antes que todo, obra de un pueblo llamado anabaptista.”[9] . Cabe aquí recalcar que su doctrina es la que aun conserva la iglesia evangélica menonita alrededor del mundo (inclusive Chile) aunque tiene su ala más conservadora.

LOS DISTINTIVOS ANABAUTISTAS.

Estos Datos han sido extraídos desde el libro Historia del Cristianismo tomo dos de H.H. Muir head, he querido usarlo como apoyo para reforzar el ministerio que algunos de estos grupos hicieron a favor del cristianismo.

1. Favorecían la Comunidad de Bienes.

2. Los miembros de las iglesias sólo debían ser personas nacidas de nuevo.

3. Se oponían al bautismo de infantes, un poco apoyados por el punto 2 tanto como por lo que el bautismo significa en la vida de ese creyente regenerado.

4. Separación a la unión Iglesia – Estado.

5. Libertad de conciencia.

6. Aceptaban la Teología agustiniana (la mayoría)

7. La Cena del Señor es un acto solemne, sólo para creyentes bautizados(adultos)

8. Negaban a sus miembros toda posibilidad de magistratura, amparados básicamente en el punto 4.

9. La guerra es contraria al espíritu del Evangelio (la mayoría)

10. Oponían a la pena de muerte.

11. Eran intransigentes en cuanto a las Escrituras, que corresponde a su regla de fe y practica, la Biblia es autoridad final.

12. “Sistema de gobierno eclesiástico, conectivo, con una superintendencia general, un ministerio ambulante, y una clara interdependencia de las congregaciones locales”.

13. Culto sencillo, básicamente lectura de la Biblia y oración (a veces cantaban himnos y casi al consolidar el movimiento agregaron el sermón)

CONCLUSION.

Si la Reforma ha sido hasta hoy “el éxito” de los creyentes evangélicos, no es solamente por Lutero, hombres dieron un nombre al cristianismo desde muy temprana la iglesia. Los anabautistas no solo han sido una reacción a la religión cristiana, sino una profunda Reforma al cristianismo. Un nombre que ha perseverado en el tiempo para decir hoy que la historia les debe su espacio. Su legado ha sido consecuente con su espíritu de lucha y bien comprendieron y practicaron que los nombres en la historia se escriben con sangre pues de ella honraron por toda Europa al Cristo que predicaron incesantemente. Creo que la iglesia de hoy tiene más de estos hombres que de los más distinguidos nombres de la Reforma, mas de Biblia que de credos, más de Hubmaier que de Melangton (aunque este era anabautista de principios) ,pero se debe reconocer que otros usaron o usurparon el nombre de los anabautistas con fines terribles y mediocres. Un testigo de la época lo expresa así.

“He hallado entre los anabautistas almas buenas y piadosas...Confieso que en la mayoría de los anabautistas hay evidencias de piedad y celo religioso...Testifico delante de Dios que no puedo pedirles que renuncien ciegamente su manera de vivir, sino por motivos piadosos. En ellos no se nota ninguna animosidad o exaltación, no. Con paciencia y calma extraordinarias suelen ir al martirio como buenos cristianos”. (Wolfang Fabricio Capito, septiembre de 1528).

Dios bendiga esta herencia de hombres valientes.


[1] Historia del cristianismo, H. H. Muirhead, Pagina 192, Editorial Casa de publicaciones Bautista.

[2] Compendio de la Historia Cristiana, Robert A. Baker, cap. 19 pag 195 Editorial Casa de Publicaciones Bautista.

[3] Historia del Cristianismo, H.H. muirhead, pag 193 Editorial Casa de Publicaciones Bautista.

[4] Compendio de la Historia Cristiana, Robert A. Baker, pag 195 Editorial Casa de Publicaciones Bautista.

[5] Historia del Cristianismo, Justo González, tomo dos cap 6 Editorial Unilit

[6] Historia del Cristianismo, Justo González, tomo dos cap 6 Editorial Unilit.

[7] Historia del Cristianismo, Justo González, tomo dos cap 6 Editorial Unilit

[8] historia del Cristianismo, H.H. Muirhead, pag 210-211 Editorial Casa de Publicaciones Bautista.

[9] Historia del Cristianismo, H.H. Muirhead, pag 228 Editorial Casa de Publicaciones Bautista.