Bendiciones En Cristo


MI TAREA COMO PASTOR ES: DIRIGIR CON EL EJEMPLO, AMAR SIN MIEDO AL SACRIFICIO Y SERVIR DESINTERESADAMENTE...
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sábado, 10 de abril de 2010

EL EVANGELIO SEGÚN SAN MALL

Introducción.

Desde que los hombres pecaron en Edén es indiscutible que todos los valores sociales sufrieron drásticos cambios, desvirtuando los intereses reales y dando énfasis en lo que obviamente es innecesario y a veces hasta ilógico tener.

Dios es claro de estos asuntos pero la humanidad ha sido engañada por el enemigo para que no les resplandezca la luz de Cristo que es la Palabra de Dios.

¿Por qué es tan necesario entender que el materialismo es un enemigo de la devoción a Dios? Porque entonces sabremos para qué Dios nos ha llamado y dónde debemos canalizar las energías de nuestros recursos. Recuerde a este respecto que el Señor ha dicho “19No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan;20sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. 21Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.[1](Mateo 6.19-21).

Definición.

Es necesario que lleguemos a una clara definición de este concepto puesto que lo que quiero abarcar no tiene que ver con lo que la ciencia llama materialismo. Existen entonces diferentes formas de interpretar el materialismo tales como; el materialismo dialéctico, el materialismo histórico, el materialismo filosófico, el materialismo científico, y el materialismo de consumo que es el que nosotros vamos a estudiar que tiene que ver con un consumismo dado por el afán de tener más para sentirse más.

Dado así que el materialismo del consumo resulta ser “la filosofía de vida que valora las personas por lo que tienen más que por lo que son”.

¿Entonces esto quiere decir que es pecado tener más? No, absolutamente no, puesto que el principio bíblico no rechaza a los ricos del reino de Dios aunque reconoce su dificultad para entrar, recordemos que la Palabra de Dios valora el alma de los individuos pero no rechaza su condición social, el Evangelio es para toda criatura, Bernabé tenía una herencia y él era muy piadoso, Jesús pasó su ultima noche en casa de una familia pudiente que seguramente también eran dueños del Huerto de Getsemaní. Por lo que no son las posesiones las que debemos rechazar, sino la manera de acceder a ellas

Análisis.

Hoy día el materialismo del consumo ha cautivado a nuestra sociedad chilena con grandes ofertas de poder, autorrealización, influencias e ilimitadas maneras de conseguir un producto, y el incremento de la oferta es tan consecuente como la demanda misma. La manera de cómo opera el mercado ha dejado a los consumidores tan ilusionados como endeudados, la zanahoria inalcanzable parece ahora estar al alcance de todos. Los precios que jamás hubiese podido cancelar resultan ser tan atractivos que en módicas cuotas está todo bien. Quisiera aquí reiterar que no estoy en contra de las tarjetas de crédito sino más bien en el mal uso de ellas.

De Compras.

Para el mercado actual uno de los mejores clientes es el “el comprador compulsivo”.

Este individuo rechaza toda otra manera de satisfacer su necesidad de remisión sino por medio de hacer compras, si está pasando por un problema se desahoga comprando ropa, si está depresivo se va de compras, si tiene que tomar decisiones lo hace comprando algo mientras piensa. Estos viven el “Evangelio según San Mall”, todo lo solucionan adquiriendo deudas, su biblia es un centro comercial, la Santa Palabra de Dios es desplazada por un centro comercial. Obviamente la devoción se ha perdido.

Respuesta.

La Palabra de Dios es absoluta y demanda que sus fieles seguidores sean absolutos.

La realización personal no pasa por los bienes que poseemos puesto que esto no va al cielo, sino todo lo contrario, es raíz de todos los males el amor al dinero.

porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores.[2]” (1° de Timoteo 6.10).

todos los males. Puede tener usted cualquier problema pero el peor de todos los males es que le guste más el dinero que cualquier otra cosa.

codiciando. La codicia es el deseo ilegítimo de poseer el bien de otro, para Dios este deseo de tener lo que otros tienen es un PECADO. El problema de la codicia es que nos aparta de Dios, estamos tan interesados en adquirir bienes de consumo que lo demás puede esperar incluyendo nuestra devoción.

Traspasados de muchos dolores. La Biblia es clara con quienes sufren por tener más, serán traspasados de muchos dolores. Un poeta dijo “El conquistador por cuidar su conquista se convierte en esclavo de lo que conquistó”. Este es el peor de todos los males pues nos aquejan las deudas, los compromisos, las promesas y peor aun nuestra propia autoimagen.

Conclusión.

A modo de concluir este tema quisiera llamarles a una devoción verdadera, santa y piadosa..

El escritor de Hebreos describe mejor cual debe de ser nuestra actitud ante esta nueva manera de vivir en sociedad, el escritor dice “5 No vivan preocupados por tener más dinero. Estén contentos con lo que tienen, porque Dios ha dicho en la *Biblia:«Nunca te dejaré abandonado». 6Por eso, podemos repetir con toda confianza lo que dice la Biblia:«No tengo miedo. Nadie puede hacerme daño porque Dios me ayuda».[3]

Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; 6de manera que podemos decir confiadamente:

El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre.[4]

AMEN.



[1]Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.

[2]Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.

[3]Socíedades Biblicas Unidas, Biblia en Lenguaje Sencillo, (Miami: Sociedades Bíblicas Unidas) c2000.

[4]Reina Valera Revisada (1960), (Estados Unidos de América: Sociedades Bíblicas Unidas) 1998.