Bendiciones En Cristo


MI TAREA COMO PASTOR ES: DIRIGIR CON EL EJEMPLO, AMAR SIN MIEDO AL SACRIFICIO Y SERVIR DESINTERESADAMENTE...
_____________________________________________

jueves, 29 de julio de 2010

Participando del mensaje de Cristo eficazmente



Hechos de los apóstoles, es un libro que refleja el patrón de conducta divino para la iglesia del Señor.

La iglesia del Dios viviente, columna y baluarte de la verdad, es como alguien ha dicho: “no es una organización de funciones (como un grupo de ladrones) o de méritos (como un club social), o de habilidades (como un equipo de futbol)…la iglesia es una comunidad. Una comunidad tiene un principio constitutivo más profundo: no es orgánico. Su principio de unidad es personal. Se constituye para que los miembros compartan una vida en común (como un organismo)…Estos cristianos en Jerusalén no eran una mera sociedad; eran una comunidad, eran la iglesia, el cuerpo de Cristo”.

Hechos 2.42 refleja claramente cual debiera ser ese patrón de conducta a dirigirnos como cuerpo para desarrollar nuestra activa participación del mensaje de Jesucristo.

Comienza el texto con una declaratoria verdad “Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles”. Esto muestra la primera de tres pautas a seguir:

1.- La Participación en la Palabra de Dios. En Mateo capítulo 28 Jesús está despidiendo ya a sus apóstoles, les ha declarado qué es lo que deben hacer a partir de ese momento, donde deben ir, qué deben predicar y qué deben enseñar (“todas las cosas que os he mandado”) como Cristo mismo dijera en su oración del Evangelio de Juan capítulo 17. (8) porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste. (14). Yo les he dado tu palabra; y el mundo los aborreció, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Es así como la enseñanza apostólica en realidad es aquella dada por Jesucristo y no otra, que los discípulos recibieron de los apóstoles por expreso mandamiento del Señor. El Apóstol Pablo también entrega este detalle importante del mensaje de Cristo, al referirse a esta enseñanza como el fundamento apostólico y a Cristo como la principal piedra de esta enseñanza.(Efesios 2.19-20) seguimos la enseñanza y el ejemplo de los apóstoles con respecto al plan de salvación, y también con respecto al culto, la organización y obra de la iglesia. El apóstol Juan en su primera epístola (1 Jn. 4:6) es enfático en declarar la posición fundamental que como Apóstol tiene y cual debiera ser la actitud correcta frente a esa verdad. Pablo mismo como Apóstol se refiere a su testimonio de vida y la actitud correcta frente a ellos respecto de los demás (1 Cor. 4:16, 17; Fil. 4:9; 2 Tim. 1:13, 14)

Hubiese sido hermoso ver a la iglesia del Señor participar de la Palabra y del fundamento apostólico sin reservas, sin embargo la historia está llena de herejías desde el primer siglo hasta nuestros días. Por tanto el participar del mensaje de Cristo eficazmente incluye necesariamente la buena enseñanza doctrinal en la Palabra de Cristo dada por medio de los apóstoles.

2.-la Participación en la Comunión. La razón de llamar a este tema la “participación…”, obedece a la palabra usada en esta sección del pasaje; “en la comunión unos con otros”.

Una buena traducción para “koinonia” puede ser además de comunión, la palabra participación. Esto es lo que los primeros discípulos hacían respecto de los apóstoles, el escritor W. Partain lo dice de esta manera: “en los privilegios y actividades espirituales que aprendían de los apóstoles”. En este pasaje se menciona que los primeros creyentes participaban del partimiento del pan y de las oraciones. En el versículo 44 del mismo pasaje la Escritura dice que participaban de todas las cosas. Por tanto vemos un equipo de discípulos del Señor entrenados para participar de todo cuanto les era propio, amaban el compartir y el participar de la iglesia sin excepciones, amaban el andar juntos. El Apóstol Pablo decía al respecto Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor. Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer”. Cristo mismo dijo: “para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste” (Juan 17:21)

El mundo creerá al Mensaje cuando vea la Participación común del cuerpo de Cristo eficazmente.

3.- la Participación en la Oración. “y en las oraciones.” Juan Knox (1510-1572) solía pasar noches enteras en oración, y clamaba a Dios diciendo: “Dame a Escocia o me muero”. Y Dios le dio Escocia. Lo mismo sucedió con cada gran hombre de la historia eclesiástica, quienes registraban una vida de oración que cambió su realidad y puso sus nombres en lugares muy solemnes. Es una necesidad vital de cada creyente poder entrar en el privilegio de participar con Dios en su obra por medio de las oraciones, es vital porque nos mantiene pegados al Señor, es vital porque es la manera de llegar con nuestras necesidades delante de Aquel que se inclina con misericordia para darnos conforme a las riquezas de su gracia. El más grande de los ejemplos lo dejó nuestro Señor Jesucristo, (¿quién no puede reaccionar al ver una piedad tal?) que se levantaba de madrugada para estar en presencia del Padre (Mr 1.35) y que al ser bautizado oró (Lc 3.21) quien después de un día de trabajo se apartó para orar por la noche (Lc 6.12) y quien estando en su lecho de muerte oró al Padre pidiendo el perdón de sus ejecutores…

Los mismos discípulos del Señor tenían horarios de oración (Hch. 3.1) y lo hacían en compañía de otros hermanos.

Para pensar.

Es interesante que la gente escucha menos cada día, sin embargo hay algo que habla más fuerte que las palabras, el que estemos haciendo la voluntad de Dios en su Palabra, participando de la misma Gracia, de la misma Misericordia, el mundo no cree por nuestras palabras, pero sí le cree al Evangelio porque ve el poder que emana de la Escritura haciendo posible lo imposible, las personas ven a los hermanos verdaderos y su comunión verdadera y creen al Evangelio, además todos saben que Dios responde las plegarias de su pueblo, de hecho es muy recurrente que nos pidan orar por enfermedades, cesantía, pobreza, etc.

Dios nos ha dado una manera eficaz de participar de su mensaje de salvación, por medio de la doctrina sana, de la vida comunitaria con nuestros hermanos y de una piadosa vida de oración… ¿que esperamos?

No hay comentarios:

Publicar un comentario